El estudio de la pisada consiste en un análisis del pie en posición estática, posición dinámica o en marcha y la relación con otras estructuras, como la rodilla, la cadera o la columna vertebral.
Un estudio de la pisada presenta diversas fases. Para comenzar, un podólogo profesional obtendrá información sobre cada paciente sobre sus características, qué tipo de calzado utiliza de manera diaria o si realiza algún deporte habitualmente. Para continuar, se realiza una observación del pie en posición estática y se evalúa la posibilidad de que haya una relación entre la forma de la pisada con patologías en otras partes del cuerpo, como la espalda. Tras ello, se analiza la pisada en estado dinámico o en marcha, lo cual nos permitirá determinar el tipo de pisada que tienes, ya sea pronadora, supinadora o neutra.